Anelie se va haciendo mayor y hace menos de un mes hizo su Primera Comunión.
Por mucha o poca importancia que tenga este día (no nos metemos en la fe de cada uno), hay que reconocer, que es una gran señal del paso del tiempo...
Esperé encontrarme una Anelie revolucionada, revolucionaria, sin parar de reir, de brincar por cada milímetro del planeta y con esas expresiones de pasotismo que tanto me encantan.
Pero no, en seguida me di cuenta de que ya no era tan chiquinina, que ya era como una minimujer capaz de comportarse en los sitios que le dicen que eson importantes incluso mejor que yo.
No quería regalar esos típicos detallitos de recuerdo que llevan la fecha puesta, y más que un recuerdo,son un gran y espantoso peso. Asique prefirió con cada muñequito, fabricar una nota a mano personalizada para cada uno, con un mensaje, un saludo o alguna frase característica del que recibía el regalo.
Se pasó toda una tarde pensándolos y haciéndolos con ayuda de su prima Marga hasta que quedaron perfectos! Y la verdad que mereció la pena, solo por ver la cara de emoción, intriga al abrir las tarjetitas y escuchar las carcajadas después de leerlas.
Después de comer no aguantó ni tres horas más con el vestido, unos vaqueros y a jugar a los bolos!!
En fin, no voy a resumir más el día , tan solo me limitaré a decir que salió de lujo.
Una minimujer, vestida de mininovia abriendo un miniportatil de regalo y poniendo una gran sonrisaza.
Que se le va a hacer, ya avisamos de que nos gustan las cosas pequeñas...
Entradas
